jueves, 22 de mayo de 2008

VII Premio de Periodismo Miguel Gil Moreno


El 24 de mayo del 2000 Miguel Gil Moreno perdió la vida en una emboscada en Sierra Leona junto a su compañero de profesión Kurt Schork; en su memoria se creó la Fundación Miguel Gil Moreno, con los objetivos de promover y velar por la formación y la seguridad de los periodistas free-lance en el desarrollo de su actividad y continuar la labor humanitaria que emprendió Miguel en aquellos lugares en los que vivió durante los conflictos.

La Fundación entrega para ello, anualmente, un premio de periodismo. El VII Premio de Periodismo Miguel Gil Moreno se entregará el 22 de mayo a las 19h15 en Barcelona. La cita tendrá lugar en el auditorio de Random House Mondadori.

viernes, 16 de mayo de 2008

La décima sinfonía de Beethoven


Si hemos de creer a su amigo Karl Holz, Beethoven, cuando falleció, se econtraba trabajando en una décima sinfonía, de la cual llegó a tocar ante él unos compases al piano. El fragmento, escribe, constaba de una introducción en Mi bemol seguida por un contundente Allegro en Do menor.

Partiendo de esa escueta descripción, el musicólogo británico Barry Cooper indagó en los últimos esbozos de Beethoven. Habiéndo dado con unos doscientos compases que, a tenor de su conocimiento del artista -Cooper es especialista en Beethoven y ha escrito varios libros sobre él- le pareció legítimo asignar a la hipotética sinfonía, pergeñó, al precio de algunas repeticiones, un primer movimiento que fue interpretado y grabado por la London Symphony Orchestra.

Ahora la polémica sinfonía se convierte en algo mucho más siniestro en un thriller histórico de Joseph Gelinek titulado -sorpresa, sorpresa- La décima sinfonía. La historia empieza con la aparición de la cabeza de un compositor encargado de interpretar unos esbozos perdidos de la obra. Luego se descubre que una sociedad secreta alemana ha estado velando por que no se publique la sinfonía porque tras ella se esconde un secreto que no os voy a revelar.

Visto el argumento, al profesor Cooper igual se le atragantaría la obra, pero a los que disfrutaron con El nombre de la Rosa o con El código Da Vinci posiblemente les encantará, porque tras el seudónimo de Gelinek os puedo decir que se esconde un musicólogo español especialista en Beethoven que combina la trama del thriller con hechos históricos y lo hace todo muy creíble.

Si he conseguido intrigaros, el libro sale, si no me equivoco, el mes que viene.

jueves, 15 de mayo de 2008

La infanta republicana

En todas las familias hay alguna oveja negra y no es de extrañar, por tanto, que las familias reales rebosen de ellas. Dichas ovejas, claro, suelen ser los personajes más frecuentables de la familia.

Tal fue el caso de la bisabuela de Juan Carlos I. Intelectual, cosmopolita y feminista temprana, la llamada "infanta republicana" no se dejó encerrar en los prejuicios de su clase y de su época.

El exilio la puso en contacto con toda suerte de intelectuales, de Anatole France a D´Annunzio, y sus interesantes andanzas no podían sino interesar al bueno de José María Zavala, experto en borbones y en best-sellers, porque de La maldición de los Borbones creo que vendió bastantes ejemplares.

Habrá que esperar a que se publique el libro, en septiembre, para ver qué tal está, pero malo será que, con un personaje como Doña Eulalia de Borbón, no resulte una biografía interesante.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Polanski sobrevive a Pompeya


Era el último proyecto de Roman Polanski, especialista en espantar a los productores con grandes películas de nulos resultados comerciales: envalentonado, sin duda, por el razonable éxito de su Oliver Twist, el genial polaco decidió a adaptar Pompeya, novela histórica del exitoso Robert Harris que relata la conocida travesura del Vesuvio. ¿Presupuesto de la broma? Ciento cincuenta millones de dólares.

Así que la productora empezó a dudar, y a dudar, hasta que al bueno de Polanski -que ya dijo una vez, tras sacar adelante Piratas, que dejaba el cine porque ya estaba harto de mendigar- se cansó de esperar y se fue a otra cosa.

¿Otra cosa? No del todo. Porque, si Polanski acabó harto de los productores, no se resigna a renunciar al autor, y parece que la última obra de Harris va a ser la responsable de que el director vuelva al thriller.

El libro saldrá en español en junio bajo el título El poder en la sombra, y es comprensible que Polanski, que deseaba desde hace tiempo dirigir un thriller político, se haya sentido atraído por él.

La cosa ve de un "negro" literario -que nadie se ofenda, no es racismo sino la jerga del oficio- que, habiendo recibido el encargo de redactar las memorias del primer ministro británico, es hallado muerto en las consabidas "extrañas circunstancias". Un secreto escabroso del "premier" y los proverbiales trapos sucios de los servicios secretos de su graciosa majestad dan lugar a un librote de ésos de los de pasar un muy buen rato, así que todos los que disfrutamos con las andanzas de Harrison Ford en Frenético lo haremos seguramente con Ghost, la adaptación del libro de Harris.

Barry Lindon es un libro


Mi sobrino no lo sabía. Ya se sabe que vivimos en la era de la imagen, y Kubrick es mucho Kubrick. Así que me alegré mucho de enterarme que Mondadori piensa sacar en septiembre una edición crítica de la estupenda de Thackeray.


William Makepeace Thackeray es uno de los mayores escritores satíricos ingleses, pero hubiera podido ser español. Nos regocijamos con las andanzas de sus pícaros como lo hicimos con las del Buscón o del Lazarillo de Tormes. Y si además hemos visto la fantástica película de Kubrick, mejor que mejor: más vívidas se nos harán las descripciones.


El libro saldrá, como no, en la colección Grandes Clásicos, y vendrá traducido por Ana Nuño, lo cual es garantía de calidad. Prometen, además, un extenso prólogo que debería permitir a aquellos que, como mi sobrino, no sabían que Barry Lindon es un libro, situar la obra en el contexto de su época y de la historia literaria. No sé vosotros. Yo, a la espera de que salga el libro, me voy a volver a ver la película.

Matar a Hitler


Adolf Hitler, diletante mediocre e histrión genial, logró seducir a un pueblo civilizado y abocarlo a la barbarie. Los logros militares del Tercer Reich consolidaron durante años su ascendente sobre los alemanes.

Pero no todos se resignaron a aplaudir la grotesca ópera épica orquestada por el Führer. Muchos hombres y mujeres arriesgaron su vida para eliminar a Hitler, en un intento desesperado por cambiar el curso de la Historia.

Es de agradecer que la editorial Debate haya emprendido la traducción del libro de Roger Moorhouse Matar a Hitler, que debería publicar, si no me equivoco, el mes que viene. El libro, rigurosamente documentado, da fe de los muchos planes urdidos por oficiales alemanes desengañados, espías soviéticos y británicos o simples ciudadanos para acabar con el tirano. Disfruté de la versión original y es de suponer que Debate habrá aportado a la traducción española la calidad habitual del sello.